Cómo tener una obra social sin un trabajo formal

En un país en el que la tasa de empleo se sitúa sostenidamente abajo del 50% es importante contar con alternativas para el acceso a la salud. Para tener una obra social sin trabajo hay varias alternativas, siendo el monotributo social la más económica y el monotributo regular la más recomendada.

Hay que aclarar primero que para acceder a una obra social es importante realizar aportes. Si quedaste fuera del sistema laboral formal, el régimen del monotributo será de gran ayuda (con su opción social, de cuotas más bajas). Si no deseas ir por este camino, deberás ver opciones sin aportes.

Si recientemente perdiste tu trabajo o estás por hacerlo, además debes tener en cuenta que, por ley, te corresponde mantener el acceso a tu obra social por, al menos, 3 meses.

Monotributo

Millones de personas utilizan este régimen impositivo para formalizar su actividad laboral. El pago mensual incluye un pequeño aporte destinado a la obra social del titular y su grupo familiar. Este aporte te permitirá acceder a la cobertura de una obra social sin un trabajo en relación de dependencia.

Se trata de una gran opción para aquellas personas que tienen un emprendimiento o una actividad laboral independiente. Como plus, el pago de monotributo también incluye aportes jubilatorios y de seguridad social.

Aclaramos también que no hace falta que el monotributo esté relacionado a una actividad laboral independiente: muchas personas se inscriben únicamente para tener acceso a una obra social.

Puedes ver aquí cuáles son las mejores opciones de obras sociales y prepagas para monotributo.

¿Cuánto voy a pagar por mes?

La escala más baja, la “A”, tiene una cuota mensual de $ 1955,68, que ya incluye el aporte a la obra social. Si la vas a usar para tu trabajo, esta escala permite una facturación máxima de 208 mil pesos anuales.

A partir de allí, las escalas van subiendo en el importe de cuota mensual y de ingresos brutos permitidos, pero el aporte a la obra social será el mismo. Es decir, no hace falta que te inscribas en una categoría superior si sólo buscás acceso a una cobertura médica mediante aportes.

Si la cuota mínima del monotributo te parece muy elevada, podés evaluar la opción social, con una cuota sustancialmente más baja.

Monotributo social

Dependiendo el nivel de ingresos, podés evaluar adherirte a la “variante económica” del régimen mencionado, llamada monotributo social, con una cuota de $520,61 (a marzo de 2021). Necesitás:

• Un ingreso bruto anual inferior a $128.137,99 (aproximadamente $11.500/mes);
• No ser propietario de más de un inmueble;
• Un máximo de dos vehículos (uno de ellos que por su valor y antigüedad, deberá estar exento del pago de impuestos);
• No ser profesional universitario en ejercicio de tu profesión;
• No ser empleador;
• No ser titular de acciones o cuotas partes de sociedades comerciales;
• No ser empleado en relación de dependencia.

Un aspecto positivo del monotributo social, además de permitirte tener obra social sin trabajo y realizar aportes para tu futura jubilación, es que podés adherirte sin perder el derecho a la asignación universal por hijo y/o asignación por embarazo.

Obra social sin aportes

Si no tenés un empleo en relación de dependencia y no te interesa inscribirte en el monotributo, para poder tener una cobertura de salud vas a tener que evaluar la posibilidad de pagarla de tu bolsillo.

Las empresas de medicina prepaga permiten a cualquier persona acceder a un completo plan de salud, con prestaciones incluso superadoras a lo establecido en el Programa Médico Obligatorio, a cambio del pago de una cuota mensual. Conocé las diferencias de las prepagas con las obras sociales.

Se instaló en la gente que para tener una prepaga hay que pagar cuotas altas e inaccesibles para la mayoría, sin embargo, debés saber que existen prepagas baratas que pueden darte cobertura por menos de lo que pensás.

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